miércoles, 12 de agosto de 2009


Repugnante.
Repugnantes e incómodas han sido las últimas 5 horas del día.

Cuando veáis alguna película americana (prototipo de madre, padre y dos ninos adorables), no caigáis en la tentación de pensar que no discuten y que los ninos son tan adorables como parecen. Os equivocaréis profundamente.

En toda familia adorable adoptiva existe un punto clave donde se deja de aparentar. Entras en el peligroso círculo de la confianza. Les has cogido carino y te importan sus discusiones, pero no estás dentro de la familia así que tampoco puedes discutir.
Así que te sientas, y miras. Miras y sufres, porque no puedes hacer nada...


Pues bien, hoy ha sido ese punto clave, y ahora el padre va a dormir en el sofá (tíiiiiiiiiiiiipico).


Por otra parte, si bien llevo tiempo pensando en si existe de verdad algo más repugnante que ver a tu amante/novio/prometido/marido comiéndose un kebab con las manos (con que sino?) y ser fiel testigo de cómo la salsa se derrama por sus dedos incontroladamente... hoy he dado con la respuesta. Sí, existe algo más repugnante que todo eso: ver a dos ninos comer espaguettis con albóndigas y queso rallado.

Primero miran el plato, gritan y se relamen (a la vez) impregnando de babas todos los alrededores de la boca... y se abalanzan sobre el plato. Meten los dedos en el queso y en la salsa para probarlo todo (porque es necesario emplear los dedos para saber realmente si el sabor es el adecuado, es de cultura general), y pinchan la comida. Bueno... "pinchan", intentan pinchar una y otra vez pero como son espaguettis no saben enrollarlos.
No sé quién dijo que es el típico menu infantil, aún no he conocido a ningún nino que sepa comerlos adecuadamente.
Una vez que se desesperan (suele ser a los 5 segundos), gritan los dos a la vez para que les ayudes. Y ERROR: tu vas, y les ayudas. Con esto lo que consigues es que una masa de espaguettis fuera de control empiece a dar latigazos de salsa de tomate por doquier.
Arg.




Sin embargo, éstas son la clase de situaciones que te devuelven a la realidad.
Por muy idílico que sea todo, a veces es necesaria esta pequena dosis de desesperación.

1 comentario:

  1. Menudo Bombon (tan lejano)... Hola! :) Me encanta esa foto! Que bici tan chula :D

    ResponderEliminar